a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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viernes, 15 de agosto de 2014

Las corrientes orientales

 
Las corrientes orientales entran en occidente.
La Iglesia Católica tiene varios documentos en los que habla de este tema, así como de la New Age. No voy a buscar citas pero esto es debido a la crisis de la espiritualidad en nosotros con las ganas y necesidad de ella. Y así lo reconoce la Iglesia.
Es decir, en algo estamos fallando. Pero... bendito fallo.

No voy a entrar en esto que se llama la Nueva Era. Toda la vida luchando la Iglesia contra los gnósticos y cada vez hay más. Otro error de estrategia. jeje
Me refiero a las corrientes propias de oriente y las terapias que ofrecen.


Las filosofías orientales, ni son nihilistas ni son gnósticas: ni sí ni no sino todo lo contrario. En oriente no tienen planteadas esas cuestiones. Esos problemas son propios de la racionalidad occidental.

Sus técnicas terapéuticas no son cosas de magia ni de placebos. Ellos descubrieron la Energía: cómo y por donde circula por nuestro cuerpo. No es la energía que consumimos para tener luz y que funcione internet, ni para que funcionen los coches.
Ciencias y saberes orientales que aquí se las consideran seudociencias porque no hacen pastillitas ni se hacen operaciones quirúrgicas. Las ciencias orientales no siguen el método científico, porque es creación de occidente. Nuestro método científico lo tenemos entronizado, sobretodo los ateos beligerantes. Y todo lo que se salga fuera de él queda excluido del saber.

Estas corrientes filosóficas orientales ni van en contra de la Fe cristiana ni a favor. Ni son herejías ni ortodoxia. Es más, enseñan un aspecto de la Creación nuevo u olvidado. Y en cuanto Creación también alaba al Señor como los montes, la luna o los pájaros.

¿Que diferencia esencial hay entre las terapias orientales y las occidentales?

Nuestra Ciencia es fenomenológica como lo es Kant. La Medicina occidental va orientada a calmar síntomas, a intervenir artificialmente sobre la bioquímica del cuerpo sin sanar el Corazón, cuando la causa de las enfermedades es principalmente la Mente, su escisión, la fractura de la Razón, el pecado original (algo que trataré en el próximo post). No hay enfermedades, hay enfermos.
La terapia de un sicólogo va orientada a intentar mejorar el yo falso, es racionalismo contra racionalismo. Aunque en el mejor de los casos, ese racionalismo produzcan mejoras, el paciente sigue con su falso yo con versión mejorada (en el mejor de los casos, digo).

El objeto de las terapias orientales van dirigidas a la misma Naturaleza, al Corazón, a las causas, y disminuye la fuerza del falso yo como en el deporte. Un cuerpo con la Energía equilibrada y fluyendo adecuadamente no enferma.
Huelga explicar esas terapias. Para el fin que nos ocupa, esto es suficiente. Quien quiera que las experimente.

Estas terapias, en occidente, tienen tres problemas.
Uno es que los tratamientos son caros y largos. Pues la Naturaleza se toma su tiempo y su proceso. No es como una aspirina que te alivia el dolor de cabeza (pero no la causa).
Otro de los inconvenientes es la misma mentalidad y forma de vida occidental. Esto lleva a no pocas incomprensiones. Queremos efectos inmediatos y espectaculares. Como el yo falso quiere.
Y el tercero es que no tienen en cuenta el pecado original. Eso es judeocriatiano. No tienen en cuenta que aquí, la cabra tira más fuertemente al monte. Aquí somos más racionalistas y hay demasiados falsos yo influyendo en su contra.

Nota: las terapias orientales no sustituyen a nuestra ciencia médica. Son prevención o complemento.
 

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