a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _


sábado, 23 de agosto de 2014

Las relaciones y otras cuestiones olvidadas

 

Para la lógica del falso yo puede ser atractiva la ascética, incluso la meditada bajo la luz del Evangelio. Se cree que la naturaleza caída implica la corrupción del corazón y de la carne. Y por ende, debe regir la recta Razón (la Razón del falso yo mejorada en el cristianismo).

Es una herencia de la Grecia clásica y de su excelencia racional. En aquella época de los inicios de la Iglesia era lo más top en civilización y humanidades. Pero la civilización griega, en cuanto pagana, no sabe de la fractura de la Razón. No de balde, Jesucristo nos dice que nuestros pensamientos no son los de Dios: siempre solemos estar identificados con el falso yo. La conciencia, en vez de separarse y ponerse a contemplar, piensa que debe vencer sus bajos instintos.

La contemplación nos lleva a toda la Realidad. No es un deleite de su Belleza y Armonía. Es una comprensión y conocimiento que da el amor más allá de las apariencias. El conocimiento por experimentación racional y metódico de la Realidad es fruto de ir a ciegas: un conocimiento ciego que fuerza a seguir ciego.

En esa ceguera del falso yo, el amor pasa a ser un concepto que cada cual intenta definir. Y los que no con consecuentes con la fractura de la Razón (mayoría en el cristianismo) tienen que racionalizar el amor, marcarle unos modos, encorsetarlo, envasarlo y venderlo, poner puertas al campo,... haciéndolo muchas veces estéril e, incluso, contraproducente.

Al Amar al Corazón, al cuerpo, a la Naturaleza, al corresponder a su Amor, al atender sus "cantos de sirena" que es el dolor, empezamos a conocer de verdad qué es el Amor y lo indefinible que es.

Los ascetas piensan de la contemplación que solo se centra en uno mismo ya que tienen que luchar también ellos contra eso. No consideran que el ser es relacional por naturaleza, que el Corazón es relacional y las relaciones forman parte de su ser. Y luego se quejan de que la mentalidad actual es individualista e insolidaria, donde cada cual va a su bola.

Al hablar sobre el dolor del Corazón hablamos también del dolor que le produce el estado de otro Corazón o el que le infringe otro falso yo. La responsabilidad por el propio estado dañado se extiende per se hacia todos los que nos relacionamos, hacia nuestra sociedad y hacia toda la Humanidad.

Los liberales, ahora neoliberales, dicen que la sociedad no existe, lo que existen son los individuos concretos. Es un ejemplo de la naturaleza individualista y aislada del falso yo. La sociedad existe si existen los individuos porque es todo el entramado de relaciones entre ellos y las relaciones existen como existen los individuos. Las relaciones son esencia de la misma Naturaleza del ser humano y de toda la Creación.

Si del comunismo se dice que elimina la libertad del hombre, el liberalismo reduce-mutila la Naturaleza y aísla al hombre: lo que le posibilita una "mayor libertad" (falsa libertad), dejando así la solidaridad para las clases medias que son las que más en contacto están con los pobres y necesitados. Los ricos y muy ricos viven en otras esferas.

La contemplación nos llevará a luchar por la justicia social si de verdad es contemplación: desidentificación del falso yo y escucha del dolor. Nos dolerá el dolor ajeno.

Recordamos que las relaciones del verdadero yo es de Corazón a Corazón y las relaciones del falso yo es con cosas que le satisfacen aunque a veces dé una limosna.

Alzando la mirada, vio a unos ricos que echaban sus donativos en el arca del Tesoro;
vio también a una viuda pobre que echaba allí dos moneditas,
y dijo: "De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos.
Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir" (Lc 21, 1-4).
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario