a expolitoxicómanos convictos
La Misión BS, E. Morricone       
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sábado, 9 de agosto de 2014

Extramoral y sospechoso



En la contemplación, no se toma partido por lo que se contempla. Si se toma partido por algo, ya no se contempla. Y precisamente se trata de eso: de llegar a ver, de salir de la ceguera.

Contemplando no hay nada bueno ni malo. En la contemplación, la conciencia se expande a medida del alcance y profundidad de nuestra contemplación.

La contemplación es apertura de todos los sentidos internos. Además de ver y mirar, es escuchar, sentir, inmersión, apreciar todos los matices y distinciones, asombrarse,...

En la contemplación no cabe el juicio, la valoración. la identificación, el apego. En la contemplación de uno mismo no debe haber juicio. En la contemplación de los demás, tampoco. En la contemplación de lo que es "más grande", solo cabe el asombro. Y el corazón humano es más grande de lo que racionalmente podamos entrever.
En el conocimiento de Dios tampoco entra el juicio. En en el encuentro con el Misterio no hay juicio. Si enjuiciamos no contemplamos.

Al suspender el juicio, nos liberamos del miedo. De los miedos pasados y que arrastramos, de los temores, de las amenazas, de la incertidumbre, de los miedos a lo que vendrá, al futuro, a lo que iremos desvelando al Misterio, perderemos el miedo a la Verdad (que si es verdad, nos hace libres: la verdad no duele).

La contemplación sólo la puedes hacer tú por ti mismo. Nadie la hará por ti, ni la podrás hacer por otro.
En la contemplación se está solo. En esa soledad primigenia de la que hablaba JPII. La aventura interior, el camino interior hacia el centro del corazón y el camino con el corazón, se realiza solo, en la más completa y plena libertad. Una soledad que no es solitaria, triste, deprimente, forzada. Es una soledad gozosa, una soledad que nos abre a la verdad, que nos acerca a otros corazones en la medida que nos acercamos al nuestro, una soledad liberadora para llegar a ser auténticamente uno mismo, poseerse para darse, para amar mejor y ser amado.


Nos lo enseño el Maestro: no juzguéis y no seréis juzgados; según el rasero con el que juzguéis, se usará para juzgaros. También decía otro maestro, Cohélet, que nada hay nuevo bajo el sol. Si hablamos de contemplación es para repetir y poner al alcance lo que ya se sabe, lo que ya está escrito. No se inventa nada, todo es descubrimiento.

Dice el título de este post que se debe ser extramoral y sospechoso. Sobre lo de ser extramoral creo que va quedando claro: abstenerse de enjuiciar, de tomar partido por nada ni nadie. Mantener esa distancia con todo aquello que se contempla y que se va a contemplar. Cuando contemplamos, contemplamos. Cuando vivimos, vivimos. Cuando comemos, comemos. Cuando ayunamos, ayunamos. Algo así venía a decir Sta. Teresa de Jesús.

Y eso de ser sospechoso? En este camino nos liberamos también de toda construcción racional que queda fuera de lugar en el corazón, de todas las ideas que se alejan de la realidad y que por tanto son falsas y falseadoras. Nos liberamos de toda esquematización reduccionista, valga la redundancia. Y llegamos al esplendor de la verdad, de la realidad, del corazón, de Dios, del verdadero yo que nos espera para realizarse.
Ese centro del corazón respeta nuestra libertad, por tanto, libremente debemos ir a su alcance. "Volé tan alto que di a la caza alcance", dijo S. Juan de la Cruz.

Sobre lo extramoral, tenemos un "maestro": Nietzsche. Y sobre la sospecha, tenemos tres: Marx, Freud y Nietzsche.
Recurro a la wiki para hablar del libro de Nietzsche:
El texto ofrece una crítica muy dura al antropomorfismo y a la tendencia humana a ocultar lo singular bajo lo abstracto, lo universal. Las tradiciones religiosas y el platonismo, que no aparecen mencionadas en el texto pero sí en el resto de la obra de Nietzsche, son paradigmáticas de esta tendencia.
Cuántas veces tomamos la parte por el todo?
En la contemplación no se está como en el fondo de una caverna viendo el resplandor de la entrada. Sin embargo, el platonismo empapa toda la filosofía y el pensamiento desde la edad moderna hasta hoy.
Kant, el pensador por excelencia (valga la expresión), es platónico y, por tanto, la ciencia es platónica. Y hasta los seminarios diocesanos y no diocesanos son platónicos. Por, ende, los curas son platónicos, se fían más de la razón que del corazón y esto les limita grandemente. Y se limitan porque es errónea esa esquematización, aunque por el mero hecho de esquematizar y de atenerse a los esquemas mentales ya sería una postura errónea. En algún post lo comentaré.

A los platónicos, les quitas lo razonado y mental y se quedan sin verdad, sin realidad, se quedan a ciegas. Sin embargo, el contemplativo, al liberarse de toda ideología, de todas las ideas mentales, de toda racionalización, es cuando se le descubre la verdad, la realidad en toda su plenitud, maravilla y esplendor: entra en contacto con ella y se extasía.


El contemplativo no necesita de las pistas del "mundo de las ideas". Las ideas son puntos de llegada en el camino interior. Son caminos artificiales de poco recorrido.
El camino del contemplativo es siempre nuevo, sorprendente, tierra virgen q explorar. El camino del contemplativo, es infinito, que ni ojo oyó ni oído oyó. Cuanto más avanzas en ese camino, más queda por avanzar. En el camino del contmeplativo no cabe la rutina, el aburrimiento, no caben los resabiados, el "esto ya me lo sé", no cabe el aburrimiento, no hay fin. La aventura está garantizada hasta el final de nuestros días y más allá.

Vamoa ahora con los "maestros" de la sospecha. Se dice:
Los tres maestros de la sospecha: Marx, Freud y Nietzsche, aunque desde diferentes presupuestos, consideraron que la conciencia en su conjunto es una conciencia falsa. Así, según Marx, la conciencia se falsea o se enmascara por intereses económicos, en Freud por la represión del inconsciente y en Nietzsche por el resentimiento del débil.
Ahora se entiende, verdad? La conciencia falsa es la inicial, con tanta contaminación mental, con tantos mecanismos de defensa, con tanto aparentar, con tantos pensamientos viciados,... Con el camino interior, la conciencia se va expandiendo volviéndose más y más verdadera.

"Yo soy la Verdad, el Camino y la Vida", dice el Maestro.

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